sábado, 17 de octubre de 2015

La relación entre hermanos

Los conflictos entre hermanos: 

¿Cómo intervenir?

Los hermanos son aquellas figuras de apego que comparten experiencias y acontecimientos vitales en un momento similar del desarrollo. La relación entre hermanos permite ir forjando la propia identidad a partir del reconocimiento de las semejanzas y de las diferencias con los pares.
Resulta importante promover que el vínculo entre hermanos se despliegue sin nuestra constante participación. Los ayuda a que aprendan a resolver los conflictos que se plantean entre las necesidades individuales y aquellas que surgen de la pertenencia a un conjunto, al grupo familiar. 

Muchas veces la educación recibida en la familia de origen o la relación con nuestros hermanos, incide en el modo de educar a nuestros hijos y lidiar con sus conflictos. Por ejemplo, ser el hermano mayor o el menor de la familia puede llevarnos a identificarnos o hacer alianza con el hijo que ocupa el mismo lugar que nosotros en la familia.

¿Cómo colaborar para que los hijos tengan una buena relación entre hermanos?

Poner en palabras los sentimientos entre ellos, con expresiones que identifiquen el sentimiento incluyendo las expectativas de un hermano hacia el otro y ofreciendo recursos creativos. Ej: “Uh...se te escucha furioso!! Te gustaría que tu hermano te pida tus rollers antes de agarrarlos...que te parece si escribís un cartel en tu placard que diga “propiedad privada”?”

Frenar las acciones dañinas y mostrar formas adecuadas de descargar sentimientos negativos.


Evitar las comparaciones. Alabar a uno a expensas del otro genera resentimiento.


Intentar dedicarles tiempo y atención por separado y también juntos.

Dejarles un espacio propio como hermanos sin la supervisión constante del adulto.


Respetar y valorar la individualidad y las características de cada uno sin calificar.

No rotular ni identificar a los hijos por sus atributos o dificultades, puede fijar los roles.


Escuchar sus quejas y lo que les preocupa y ayudarlos a que se escuchen y comprendan entre sí.

¿Cómo lidiar con las peleas?

Ayudarlos a que sean ellos quienes resuelvan sus conflictos intentando funcionar como mediador, fomentando la comunicación.

Intentar no ponerse en el lugar de juez: “Siempre abusas de tu hermana menor”, ni de jurado: “me pongo del lado de Diana porque le quitas siempre sus juguetes”, ni de carcelero: “Hasta que no aprendas a compartir con tu hermano tu juego, te vas castigado a tu habitación”.

Frente a una pelea:


*  Empezar por reconocer el enojo mutuo entre ellos
*  Escuchar ambos argumentos con respeto.

*  Mostrar preocupación por la dificultad que presenta el problema
*  Expresar confianza en su capacidad para llegar a un acuerdo mutuo
*  Retirarse del lugar